La evolución del codigo de vestuario

Aunque me declaro adepta a la moda de antaño y considero que un poco de flash al estilo de la vieja usanza no viene mal de vez en cuando, reconozco ciertas ventajas que el paso del tiempo trae consigo, sobre todo frente a los limites de la etiqueta; aunque para muchos, la vestimenta solemne y ceremoniosa constituye un placer mas que un protocolo frente a determinadas ocasiones, en la actualidad hemos venido observando una nueva filosofía estética que brota como alternativa a los rigurosos códigos de vestuario. al punto de dejar de lado aquello de estar bien vestido, para reemplazarlo por un vestir inteligente,

Sin detrimento de lo que para muchos la elegancia y atractivo de la moda de antaño pueda representar, y aunque sea una valida elección de estilo ya sea vintage o retro, desde el punto de vista de la etiqueta las decadas pasadas suponían un estricto rigor : citemos la de los 50´s para precisar un panorama lejano mas no remoto, en donde el vestuario femenino tenía una extensa división: se diferenciaba entre un vestido de mañana, de almuerzo o de tarde; abrigo de viaje y abrigo de diario,  vestido de tarde formal, conjunto de tarde sencillo, vestido de final de tarde, vestido de final de día, dos piezas de calle, conjunto de fin de semana, conjunto de sala de fiestas, de ciudad, vestido de cena informal, ect…. meticulosidades que trazaban una marcada linea entre la vestimenta de día y de noche y que hoy parecen obsoletas si tomamos como referente la versatilidad del Little Black Dress por citar un ejemplo

Hoy en día dicha linea parece desdibujarse, al punto de hacerse comunes términos como “Day to Night” look, para conceptuar un atuendo conveniente para el día o la noche, y Street chic para denotar la vestimenta practica y funcional que nos permita deambular por la ciudad y estar apropiadamente vestidos para un evento. Si hasta hace poco era inconcebible asistir a una gala en pantalones, hoy vemos como un jumsuit es perfectamente admisible sobre una alfombra roja, por exponer un caso extremo. O como anteriormente asistir a un cóctel suponía la búsqueda por el vestido ideal, mientras que ahora un traje de dos piezas llevado con actitud puede ser una formula compatible y certera tanto para el trabajo como para la vida social

Estilo Versátil

Ante el interrogante de “que me pongo para el trabajo, una cena, un cóctel e incluso un evento mediático la respuesta puede resumirse en un mismo atuendo, como los de las imágenes a continuación, sin duda ensambles, básicos pero atemporales y conforme a los lineamientos de la vida moderna, totalmente admisibles en diferentes escenarios.

El código de vestuario experimenta mutaciones en donde los juicios y mitos sobre lo admisible o conveniente ceden ante las fluctuantes tendencias, el acelerado ritmo de vida, las caprichosas condiciones climáticas e inclusive los cada vez mas atípicos eventos que supone la vida social o cualquier espacio de interacción, moldeando nuestro vestir en formas que muchas veces distan de los estrictos parámetros de etiqueta con los que muchos hemos crecido; nuestras alternativas  de vestuario evolucionan en una propuesta estética híbrida que permite sincronizar prendas con diversos propósitos, resultado compatibles y por que no condescendientes con las exigencias del diario vivir.

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