La belleza y sus prácticas extremas

Desde el inicio de los tiempos la belleza ha jugado un papel fundamental en la civilización, una cualidad tan simple como para ser advertida en cuestión de segundos y tan compleja como para desatar todo tipo de emociones,  aunque muchos digan que lo bello lo es a los ojos de todos, hay lugar para la subjetividad – mas aún cuando su concepto ha cobrado diversas connotaciones a través del tiempo y al interior de cada cultura.

Don para unos, tesoro para otros, pero sobre todo una especie de poder – la belleza no garantiza por si sola el éxito o lo que cada quien a bien tenga como tal, pero ciertamente para muchos ha constituido un factor determinante en sus vidas, no en vano, las mujeres  hemos acudido a todo tipo de rutinas y procedimientos en procura de potenciar e inclusive modificar nuestra apariencia, lo que hemos asimilado como conductas regulares y hábitos inherentes a nuestra vanidad, pero realmente pueden considerarse como meras indulgencias en nombre de la belleza, o en cierto modo prácticas tortuosas  no muy diferentes a conductas que calificaríamos como primitivas si repasamos la historia?

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Corse siglo XIX

Mirando a un panorama no muy remoto, en el universo femenino, el corsé fue y sigue siendo un epitome de sensualidad y elemento fetiche, con orígenes poco precisos pero definitivamente ancestrales como la vanidad misma, un elemento de culto popular que aunque distintivo entre la realeza, llegó a ser usado por mujeres de todas las clases para acentuar sus encantos, quizá por ello resulta impensable asimilarlo como artefacto de tortura, no al menos en el sentido estricto de la palabra,  ideado para moldear la anatomía femenina mas allá de una constitución realista: Lo que por fuera complacía los ideales femeninos de la época en realidad comprimía la caja torácica al punto de dificultar la respiración, además de modificar la disposición de otros órganos internos, con  inevitables consecuencias para la salud.

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Caja torácica de una mujer que llevó corsé toda su vida

Hacia el siglo XVI el corsé se conocía como un armazón metálico con la finalidad de dar un aspecto mas erguido y severo a diferencia en comparación con el corsé del siglo XIX

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Catherine de Médicis, esposa del rey Henri II de Francia en el siglo XVI.

Pies de Loto

Estándar de belleza o prueba fehaciente de un fetichismo socialmente aceptado, en China la connotación de belleza tomó por por algún tiempo matices mas drásticos y menos benévolos que el corsé, con una practica ancestral consistente en vendar los pies de las infantes hasta comprimir su normal desarrollo y darles una característica forma como símbolo de estatus y en procura de garantizar un buen matrimonio, (según la tradición de aquel entonces, las mujeres con diminutos pies eran consideradas mas atractivas). En las familias de clase baja también se hizo popular esta costumbre eligiendo a la hija mayor, mientras que las menores seguían capacitadas para ayudar con los trabajos de campo El proceso comenzaba a muy temprana edad fracturando los dedos mas pequeños de los pies de las niñas, para luego acomodarlos en forma tal,  hasta que el nervio moría. Incapacitadas para casi todas las labores, las mujeres con pies de loto sufrían de múltiples dolencias. La práctica tuvo sus orígenes desde el siglo X y solo fué prohibida hasta el año 1949, hoy en día es posible encontrar en un reducido número de ancianas el testimonio de Los Pies de Loto.

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El blanqueamiento de la piel

La piel pálida era sinónimo de estatus y distinción, no bastaba con tener una tez naturalmente blanca sino ostentar una piel virgen como nunca asomada al sol, para simular tal efecto las mujeres de la realeza durante el período isabelino lucían un rostro empolvado, pero otras llegaron a los extremos empleando pintura de plomo blanco, ingenuidad que muchas pagaron con su vida.

Ya para el siglo XIX la obsesión por una piel pálida cobro dimensiones suicidas al hacer popular el consumo de arsénico obviamente con los efectos poco deseados como hinchazón y complicaciones que eventualmente llevaban a la muerte.

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Hasta hace poco….

Cuando los efectos nocivos de la radiactividad artificial son de conocimiento popular, resulta aterrador pensar que en los años 30 la industria cosmética aprovechó el auge de las sustancias radiactivas, con la promesa de inimaginables beneficios estéticos. Cremas y ungüentos que ofrecían un rostro mas luminoso; las consecuencias no tardaron en aparecer en formas de cáncer, entre consumidores y fabricantes del producto.

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Radithor o agua radiactiva, prometía una piel literalmente luminosa y ser fuente curativa de varios males, irónicamente lo que se tomaba como embellecedor y remedio literalmente carcomió los huesos de muchos.

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Sin ser tan nociva pero si tortuosa, en los años 40, para mantener el cutis lozano algunas mujeres recurrían a una mascara que bien parecía un instrumento anti radiactivo. Esta terrorífica careta de los años 40  tenía la función de calentar la cara y la cabeza para estimular la circulación y hacer que la piel pareciera más fresca.

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En la actualidad

Si bien estas practicas pueden parecer extremas desde nuestra perspectiva supuestamente evolucionada, nos cuesta pensar que nuestros actuales rituales de belleza son asunto menor y que los instrumentos y medios que utilizamos con fines estéticos son mas sofisticados, confiadas en la promesa del avance científico, cuando en verdad seguimos siendo conejillos de indias y víctimas de nuestra vanidad – maquillajes, tinturas, y tratamientos estéticos están a la orden del día sin riesgo aparente mas allá de lo que los próximos años demuestren…

Por ejemplo, aunque a la luz pública no se han comprobado consecuencias adversas directamente relacionadas con los tratamientos  láser directamente aplicado sobre la piel  IPL, existe el mínimo de riesgos de efectos colaterales, la irritación de la piel incrementada, el enrojecimiento, la comezón y (aunque es muy raro) una sensación de escozor, regularmente en la cara; no obstante un factor que debe considerar toda paciente es la mayor sensibilidad que acompañará su piel a partir de tal procedimiento, lo que la hará mas proclive al daño solar haciendo imperativo el uso de pantallas y protectores solares con alto factor SPF

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quizá en un futuro miremos a este pasado y hagamos mofa del ocurrente rostizado en camara, de los rellenos faciales, las tan populares infusiones de sangre y todo aquello que represente la consecución de los ideales de belleza a cualquier costo.

 

Que procedimientos de belleza en la actualidad te parecen extremos?

Gracias por visitar!

 

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